El salón de clases intergeneracional es un lugar maravilloso y lleno de retos, tanto para el(la) maestro(a) como para sus estudiantes. Este permite que haya un ambiente de aprendizaje cooperativo a través de los diferentes niveles de edades y provee a los(as) estudiantes una experiencia social amplia. En él se desarrollan las destrezas de liderazgo en los(as) jóvenes y adultos, y se brinda la oportunidad para que las necesidades y talentos individuales sean reconocidos dentro de un grupo más grande. Quizá el mayor beneficio de un grupo intergeneracional en un ambiente educativo cristiano es que provee la oportunidad para que tus estudiantes sean la iglesia: que unidos(as) como cuerpo de Cristo, con todas sus fortalezas y debilidades individuales.
Sin embargo, el salón de clases intergeneracional también presenta algunos retos. El(La) maestro(a) puede sentirse frustrado(a) al tener que trabajar al mismo tiempo con tantos niveles diferentes de habilidades. También puede encontrarse con un número mayor de estudiantes al que está acostumbrado(a).
He aquí algunas ideas para ser de este un período satisfactorio:
He aquí algunas ideas para ser de este un período satisfactorio:
1. Adapta cuando sea necesario. Si tienes una clase pequeña, reduce el número de grupos pequeños que pide el currículo. Si tienes una clase más grande, aumenta el número de grupos pequeños.
2. Utiliza voluntarios(as). Dales la oportunidad a los(as) adultos o jóvenes para que sirvan como voluntarios(as) para trabajar con los(as) niños(as) más pequeños(as).
3. Recuérdale a tus estudiantes, de vez en cuando, que toda la clase esta unida en esta experiencia. Si una actividad es difícil o aburrida para algunos(as, necesitan tener paciencia y esperar la próxima actividad, que puede ser más interesante para ellos(as).
4. Todo el mundo encaja en un salón de clase intergeneracional, como todo el mundo encaja en el mundo de Dios. Anima a tus estudiantes en sus esfuerzos.
5. ¡Diviértanse!
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